martes, 30 de julio de 2013

el verano ya no es solo para las reposiciones


La inactividad cría inactividad; sobretodo en verano, cuando tu cuerpo economiza gestos y movimientos para ahorrarte calor. Entonces, incluso hacer algo que te gusta -como actualizar el blog- cuesta.  Por cierto, a todos esos que predijeron que este año no habría verano: ¡muajaja! se merecen un ¡zas enorme en toda la boca!
Este verano está siendo raro, pero un "raro" neutro, porque todavía no tengo claro si esa rarez es buena o mala. Es lo que tiene esperar algo durante mucho tiempo, vas acumulando ilusión y cuando eso por fin llega no puedes evitar el "¿y eso es todo?" o "me lo imaginaba diferente". Es como cuando disfrutas más planeando y preparando las vacaciones o un viaje, que luego yendo realmente a esos sitios.

Después de unos días en la playa he pasado una semana tranquila en casa de Id. Juntas nos hemos tragado de un tirón la primera temporada de Orange is the New Black, una serie de la productora de Weeds (Jenji Kohan) que está causando furor entre las lesbianas y promete ser la serie revelación de la temporada. Yo ya soy muy fan (la música de la intro, "You've got time",  corre a cargo de Regina Spektor).


Además ha vuelto Pop ràpid, con una segunda temporada que de momento me está entusiasmado tanto como la primera. Adoro a The Frederics y a toda esa fauna de modernillos mediocres que pululan por el Estraperlo. Y también adoro que por fin en verano se puedan ver nuevas temporadas de series y no meras reposiciones en bucle.

Además también estoy disfrutando de un verano de buenas lecturas. Me ha gustado bastante Todo lo que soy de Anna Funder. Una novela que se mueve entre la ficción y la no ficción (está basada en personajes reales) que retrata la vida de los intelectuales y activistas alemanes exiliados en Londres tras el ascenso de Hitler al poder, y de sus esfuerzos para advertir a la resta de Europa de los peligros del nazismo. 
Un libro muy cinematográfico y con un personaje central -Dora- del que es imposible no enamorarse por su valentía y compromiso.
Ahora ando enfrascada con la Poesia amorosa completa de Joan Margarit. No sé porqué pero me gusta leer poesía en verano. Tal vez sea porque es una lectura que compromete más y  exige otro ritmo. Lo único que sé es que es ideal para cocinar y mesurar los tiempos de cocción. Ahora me digo: "a este arroz le falta un poema más de hervor" y así calmo mi impaciencia en la cocina.

Por cierto, ya tengo los dos carretes de fotos que hice con la Fisheye. Han quedado muy chulas! (sí, también me estoy volviendo muy fan de esta cámara, jeje):

foto: hiro


domingo, 21 de julio de 2013

náufragos

por hacer esto ahora a Tilda Swinton la detendrían y la expulsarían del país

En su Ética para náufragos, José Antonio Marina nos advertía de lo difícil que es conseguir un derecho (fruto de nuestra inteligencia creadora) y de lo fácil que es perderlo; y como los derechos son la condición necesaria para la idea de justicia:
"El orbe de la dignidad es muy vulnerable. Cuesta mucho construirlo y muy poco destruirlo."
Si miramos a lo largo de la historia, vemos que la consecución de derechos ha sido continua, pero también que ha habido retrocesos que se han vivido como "pérdidas". Desgraciadamente, creo que estamos en uno de esos momento de recesión: recorte en los derechos laborales, en la sanidad pública, en la educación, en la decencia de la clase política...
El otro día me volví a indignar (verbo que en este país -por desgracia- se está volviendo tan habitual como respirar) al leer este artículo. Si a esta noticia le sumamos otras de este estilo se pone de manifiesto que la campaña orquestada por el PP para defender su idea de familia tradicional, católica y patriarcal no tiene fin. 
¿Hasta cuándo seguiremos soportando este retroceso en nuestros derechos, tanta falta de ética y vergüenza en nuestros políticos?
Para contrarrestar tan malas noticias destacar que el viernes, el Parlament de Catalunya aprobó la propuesta de ley contra la homofobia que había presentado ERC, PSC, ICV-EUiA y la CUP. ¿Y adivináis cual fue el único partido que presentó una enmienda a la totalidad? Sí, el Partido Popular, ya que según ellos no es necesaria un ley contra la homobofia ya que la discriminación ya está castigada desde las leyes europeas, el Código Penal y el Estatuto.  ¡Ja! me río! estoy segura que ninguno de ellos sabe lo que es pasar miedo cuando un grupo de guiris borrachos te dicen cosas en la calle por el mero echo de pasear con tu novia cogida de la mano; porque eso sí me ha pasado a mí.
A veces envidio a las parejas heterosexuales porque ni se les pasa por la cabeza que alguien pueda agredirlas por el simple echo de mostrar su afecto en público. Y si eso pasa en una ciudad como Barcelona no quiero ni imaginar lo que debe ser vivir en Rusia, donde si por casualidad voy de turismo me pueden detener y expulsar del país ante la más mínima muestra de cariño hacia mi pareja.

Cambiando de tema, o no tanto, el fin de semana pasado Id estuvo trabajando de fotógrafa para un festival de música. Aunque para ser exactos debería decir que "estuvo colaborando" porque de cobrar nada. ¿Llegaremos pronto al absurdo de pagar para trabajar? porque el festival le propuso que hiciera las fotos gratuitamente a cambio de promoción y dietas. En este caso, todavía se podría entender porque se trataba de un festival pequeño y de música independiente pero Id me explicó que en festivales grandes como el Cruïlla -que ha tenido en cartel grupos como Suede, Cat Power, Rufus Wainwright...- tampoco se pagó a los fotógrafos con la excusa de "colaborar y promocionarles el trabajo". Y yo me pregunto: ¿si hay dinero para pagar a los montadores, técnicos de sonido, grupos, publicidad, etc., por qué no lo hay para pagar a los fotógrafos?
En fin, ¿vosotr@s trabajaríais sin cobrar? (se entiende en algo no benéfico)

viernes, 12 de julio de 2013

como en esa canción de Manel



Después de dos semanas con un ritmo de película de acción, la calma se ha impuesto y ahora mi vida parece una peli de Abbas Kiarostami. Hasta las ocho de la tarde, la hora en que se levanta la brisa y salgo a leer a la terraza, las horas se arrastran torpes y perezosas, entumecidas por el calor.
Ya no recordaba que con el cabello corto, el sol me quema las orejas: las puntas se me enrojecen y me hacen parecer un chiquillo. Ahora la piel de la nariz y las orejas ya empieza a pelarse. Siempre me sorprenderá el poder de la regeneración, de la vida.
El tono de mis cabellos también ha cambiado, el verano me los ha vuelto de un castaño rojizo. Mi madre, con su habitual hiperbolismo, afirma que ahora "estoy rubia". De hecho, no para de repetirlo y decírselo a todo el mundo: "¡mirad que rubia está!". Por su tono intuyo que no le gusta para nada el color actual de mis cabellos. A la gente que nos quiere no le gusta que cambiemos. Tienen miedo de perdernos en uno de esos cambios. 

A quienes he encontrado muy cambiados han sido a mis sobrinos. Han pasado unas semanas de colonias y han vuelto más altos y morenos. Mientras les decía lo mayores y guapos que estaban, como si estuviera en esa canción de Manel, he recordado que eso también me lo decían siempre mis tías. "Què gran t'has fet!" y yo no sabía si eso era bueno o malo porque en su estupor intuía una pizca de vértigo. Vértigo ante la evidencia física que el tiempo pasa deprisa y para todos. 

Hablando del paso del tiempo y como éste nos cambia, a raíz del estreno de Antes del anochecer estoy revisando la trilogía de Richard Linklater. Ayer le tocó el turno a Antes del amanecer (hacía tiempo que no la veía y no recordaba lo mucho que me gustó). Mañana seguiré con Antes del atardecer y ya veremos cuando consigo ver la última. Tengo curiosidad por saber cómo ha evolucionado esa love story que ha crecido con sus actores protagonistas. No debe ser fácil ser actor o actriz y envejecer delante de una cámara.

lunes, 8 de julio de 2013

Días trotamundos

fotos: Id

Debería haber colgado un cartel de "cerrado por vacaciones", pero no sabía que estas dos últimas semanas serían tan trepidantes. Llevo muchos días sin pasar por aquí y sin leer otros blogs. Además mi viejo y querido ordenador empieza a darme demasiados problemas. Tuve que aplicarle aquel horrible correctivo de resonancias castrenses llamado "formatear". A pesar de hacer copias de seguridad, sé que he perdido algunos programas (que vale, no utilizaba mucho...) y algo más. Aunque tengo que reconocer que eso de hacer borrón y cuenta nueva también es liberador.
A parte de los problemas informáticos, estas semanas no he tenido tiempo para nada y cuando lo he tenido sólo quería descansar. Han sido días trotamundos y un poco locos.

Nuestro amigo gallego Cooper y su familia vinieron a pasar una semana a Barcelona. Manray los acogió en su casa. Pasamos un día genial de playa con muchas risas, fuimos a comer paella, les llevamos a ver las espectaculares vistas del Turó de la Rovira -donde volvimos a hacer tropecientas fotos-, preparamos una comida improvisada en el Born, fuimos a ver un correfoc, a La Pedrera... La pena fue que la noche de Sant Joan el frío y la lluvia (¡qué haga tanto frío en Sant Joan debería estar prohibido!) nos hicieron volver temprano a casa.
La semana siguiente fueron las fiestas mayores de la ciudad de Idgie. Su hermana y su sobrino Mowgli (ha pasado de Intocable, a niño salvaje) también vinieron y se quedaron a pasar unos días. Una noche llegamos de un concierto a las 3 de la madrugada y lo encontramos jugando como si fueran las 10 de la mañana. Además Mowgli me ha cogido cariño y eso ha hecho que, a ojos de Reikina, ahora yo sea "super buena persona" (¬¬).
Volvimos a ver a Mishima en concierto (con éste ya van tres) y a Fangoria (aunque el público estaba más concentrado en lo que hacía Mario que en Alaska). Por cierto, en ese concierto mi bolloradar por poco estalla.
A última hora decidimos no celebrar el Orgullo en Barcelona y quedarnos en la miniciudad de Id porque el colectivo Lgbt de allí había organizado un concierto en el que actuaban Las Primas de Maryjane.

exposición Japonismo (foto: Id)

A todo eso debe sumarse algunas películas del FIRE, la exposición "Japonismo" en el CaixaForum (nos lo pasamos pipa dibujando en la zona para niños jeje), una Jornada Castellera, ir a un concierto sin ninguna expectativa y enamorarme de un trío de hermanas brutal, las Sey Sisters (os las super recomiendo), más comidas con amigos, una cerveza precipitada con Jei, muchas fotos, etc.
Y como traca final, fin de semana en familia en el apartamento de mis padres en la playa. Por fin calor de verano, barca y chapuzones en alta mar! ¡Uffff..!